Cuando era adolescente, y me enamoraba, hacía cosas increíbles solo por ver a ese joven... me he golpeado duro por ir en bicicleta a dar vueltas por su casa, raspones en las rodillas y en los brazos eran mis trofeos...
Escaras en las nalgas, por andar a caballo sin medida, en pelo, para esquivar la soledad en Las torcasitas...
Largas horas de mirada perdida a lo lejos, pensando en Dios sabe que, con nostalgia y con dolor.
La soledad fue mi compañía casi siempre, aún después de casada, quedaba con mis niños, mientras se iba a cazar a Corrientes o Entre Ríos, con sus amigos.
Pero un día me cansé, y empecé a vivir de otra manera.
Aprendí a manejar, me independicé económicamente trabajando, hice ropa, y vendí, compré bijouterie y la vendía casa por casa hasta que me hice de una clientela importante. Estudié Cosmetología, me recibí con 10, y me dediqué a eso, encontré una marca de productos naturales, y vendía a mis clientas de cosmética, y llegué a ser Líder, tenía grupos a mi cargo, e iba a reuniones para enseñar, y estaba muy ocupada.
Pero en algún momento de la tarde regresaba a casa, y tenía que seguir trabajando, y atendiendo a la familia. No se si feliz era la palabra... estaba ocupada, entretenida, con planes de trabajo y visitada por personas interesadas en vender y aprender.
La vida me dió oportunidades de salir adelante, y conocí mucha gente y muchas historias.
Deje de vender, de visitar gente y manejar, cuando mis ojos ya no me acompañaban.
Hoy, mis amigas me escuchan por teléfono, vivo alejada de todo, pero estoy tranquila, y soy feliz a mi manera, disfruto de pequeñas cosas....
Ilusiones y Amor están en el Alma, pero creo que la vida me enseñó mucho, y aprendí, a veces a golpes.
No se puede seguir yendo detrás de la gente, cuando esa gente prefiere tener su vida apartada de la tuya. Hay personas que prefieren huir, y he visto muchas personas sufrir por eso, sin comprender, y quiero mantenerme al margen de ese sufrimiento, porque es indigno arrastrarse por quien no quiere ser acompañado.
He llegado a una edad, en el que el ruido me molesta, es la música la que me relaja y me acompaña, no siempre, pero cuando es así, lo disfruto plenamente.
Vivo en relativa calma, y no quiero ya perder nada mas...
Escaras en las nalgas, por andar a caballo sin medida, en pelo, para esquivar la soledad en Las torcasitas...
Largas horas de mirada perdida a lo lejos, pensando en Dios sabe que, con nostalgia y con dolor.
La soledad fue mi compañía casi siempre, aún después de casada, quedaba con mis niños, mientras se iba a cazar a Corrientes o Entre Ríos, con sus amigos.
Pero un día me cansé, y empecé a vivir de otra manera.
Aprendí a manejar, me independicé económicamente trabajando, hice ropa, y vendí, compré bijouterie y la vendía casa por casa hasta que me hice de una clientela importante. Estudié Cosmetología, me recibí con 10, y me dediqué a eso, encontré una marca de productos naturales, y vendía a mis clientas de cosmética, y llegué a ser Líder, tenía grupos a mi cargo, e iba a reuniones para enseñar, y estaba muy ocupada.
Pero en algún momento de la tarde regresaba a casa, y tenía que seguir trabajando, y atendiendo a la familia. No se si feliz era la palabra... estaba ocupada, entretenida, con planes de trabajo y visitada por personas interesadas en vender y aprender.
La vida me dió oportunidades de salir adelante, y conocí mucha gente y muchas historias.
Deje de vender, de visitar gente y manejar, cuando mis ojos ya no me acompañaban.
Hoy, mis amigas me escuchan por teléfono, vivo alejada de todo, pero estoy tranquila, y soy feliz a mi manera, disfruto de pequeñas cosas....
Ilusiones y Amor están en el Alma, pero creo que la vida me enseñó mucho, y aprendí, a veces a golpes.
No se puede seguir yendo detrás de la gente, cuando esa gente prefiere tener su vida apartada de la tuya. Hay personas que prefieren huir, y he visto muchas personas sufrir por eso, sin comprender, y quiero mantenerme al margen de ese sufrimiento, porque es indigno arrastrarse por quien no quiere ser acompañado.
He llegado a una edad, en el que el ruido me molesta, es la música la que me relaja y me acompaña, no siempre, pero cuando es así, lo disfruto plenamente.
Vivo en relativa calma, y no quiero ya perder nada mas...